
Peyote – La leyenda del cactus de la comunidad Wixárika.
22/08/2019La comunidad Wixárica
El conocido actualmente como cactus peyote ha significado por mucho tiempo la esperanza, luz y sanación del pueblo wixárikas.
Los ancianos cuentan que hace mucho tiempo sus antepasados se reunieron en la sierra para discutir y arreglar la situación atravesaba su comunidad: hambruna, enfermedades y sequía, por lo que era necesario enviar a un equipo de cacería para ayudar a los más débiles a recuperarse y poder prosperar.
Finalmente, cuatro valientes hombres que cada uno representaba un elemento de la naturaleza (fuego, agua, aire y tierra) fueron a buscar alimentos. Llevaban en sus hombros un arco y un saco de flechas para emprender la cacería. Al día siguiente de haber tomado la decisión de los viejos wixárikas los cuatro valientes emprendieron su largo viaje sin saber si volverían… Caminaron durante cuatro amaneceres sin encontrar nada, aun así, no pararon de caminar mientras buscaban alimento.
El venado azul del Peyote
De repente, se encontraron con un gran venado que intentaron cazar durante toda la tarde, pero ninguno logró alcanzarlo con una de sus flechas. Pasaron días siguiendo las huellas y el rastro de aquel venado y así llegaron hasta el desierto de San Luis en Wirikuta, un lugar sagrado de los Wixárikas. Los jóvenes cruzaron el camino de la colina, cerca del cerro, de pronto, vieron saltar al venado, intentaron alcanzarlo, pero una vez más, los cazadores no lo atraparon. En medio de una desesperada cacería, el venado se apareció frente a uno de ellos, el cazador le lanzó una flecha y la sangre del animal brotó hacia un montón de cactus peyote . En ese momento, por la necesidad y en medio de la confusión, casi por instinto, los jóvenes decidieron cortar los cactus peyotes impregnados en sangre.
Guardaron el venado y los peyotes y caminaron durante varios días y noches exhaustos y sedientos hasta llegar a la montaña de Wixárika, donde todos los esperaban con la ilusión de ser salvados. Al entregarle a los ancianos del pueblo el venado y los cactus que recogieron, los repartieron entre todos los miembros de su comunidad como aperitivo antes de comer el venado capturado.

La Mescalina y la comunidad Wixárika.
Cuando todos comieron el cactus a causa de la droga de esta planta, la mescalina, dejaron de sentir hambre, dolor y sed, sus enfermedades se disiparon y todos sus males se desvanecieron. Desde entonces el peyote se volvió una planta sagrada que representa la adoración al venado, espíritu guía de los wixárikas. Por ello, este pueblo hace peregrinación en busca del peyote oculto entre los matorrales, huecos y piedras cada año, desde la sierra hasta Wirikuta, en honor al venado que los llevó hasta ese lugar.